En estos días de incertidumbre y temor, en los que la certeza se ausenta, las conversaciones propias y ajenas se deslizan por mi cabeza como un turbulento torbellino.
Las preguntas son cada vez más frecuentes y las respuestas, las respuestas no existen; al menos en este tiempo en el que habito.
En los debates con amigas, surgen preguntas para mí nunca imaginadas, extrañas y sin embargo, de alguna forma conocidas, o, al menos sospechadas. Y a su vez, respuestas expontáneas en mi mente que de algún modo apaciguan estos días insólitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario