1.
INTRODUCCIÓN
La
lucha contra la violencia de género está en boga. No existe programa político
que no incluya como propósito la eliminación de la violencia machista contra
las mujeres. Irónicamente ha sido el orden patriarcal quien ha establecido las reglas de identificación del maltrato[1].
Cuando
por fin la violencia contra las mujeres ha sido considerada un problema social
- gracias al movimiento feminista de los 70 en España- y los poderes públicos
han empezado a actuar[2]
los mecanismos del patriarcado se han encargado de ocultarla.
Los
medios de comunicación cómo agentes socializadores generan cultura, ideología, creencias,
miedos, realidades y certezas; reflejando y contribuyendo a la construcción y
perpetuación de los valores patriarcales propios de nuestra sociedad,
convirtiéndose en una herramienta fundamental para hacer visible o invisible
aquello que atañe a la vida de las mujeres asignándoles su papel en la
sociedad. Desde la cosificación del cuerpo de femenino a través de la
publicidad sexista, el tratamiento frívolo que se da a las mujeres empoderadas
pertenecientes a la clase política o grandes empresarias, hasta el tratamiento
de los casos de violencia machista[3].
Estos, son algunas de las herramientas utilizadas por el patriarcado para ocultar, difuminar e
invisibilizar la violencia machista. Cuando un medio de comunicación habla de
este tipo de violencia, lo hace ajustándose a las características que el orden
patriarcal ha “permitido” que se observen. Ocultando de esta manera, todas y
cada una de las formas de violencia que sufrimos las mujeres cada día en todos
los ámbitos de la sociedad y, que pasa totalmente desapercibida incluso para
nosotras mismas. Lo define Pierre
Bourdieu como “ violencia
simbólica, violencia amortiguada, insensible e invisible para sus propias
víctimas, que se ejerce a través de los caminos puramente simbólicos de la
comunicación y del conocimiento o, más exactamente, del desconocimiento, del
reconocimiento o, en último término, del sentimiento” [4]
2.
EL SUICIDIO DE UNA
NIÑA QUE SUFRÍA CIBER-ACOSO CONMOCIONA A CANADÁ
(Contactó con un extraño que publicó sus imágenes desnuda en
Internet) El País, 18 de octubre de 2012.
En
el siguiente análisis trataré de exponer alguno de los mecanismos sociales usados para ejercer violencia simbólica contra las mujeres y otros –mecanismos-
utilizados para ocultar la
violencia machista, a través de diferentes pautas de comportamiento en la
sociedad.
Son varias las características que se dan para calificar este suceso como violencia machista y simbólica.
En
primer lugar, el acosador actúa desde la
posición de poder que lo otorga su condición masculina. Utiliza el sexo como
herramienta de coacción “tener el poder de definir reputaciones es una
forma de controlar comportamientos”[5].
Y estos hechos se correlacionan con la subordinación social y simbólica de las
mujeres a los varones. Esta
subordinación se apoya y sustenta entre
otras cosas, en la diferenciación sexual en función de las características
biológicas “ Las apariencias biológicas y los efectos indudablemente reales que ha
producido en los cuerpos y en las mentes, un prolongado trabajo colectivo de
socialización de lo biológico y de biologización de lo social se conjugan para
invertir la relación entre las causas y los efectos y hacer una construcción
social naturalizada –los géneros en cuanto a que hábitos sexuados”[6]
-como la fuerza física- que sitúa a la mujer en una posición desigual. Por ejemplo, la heterosexualidad normativa y
obligatoria opera sobre la imposición
sobre las mujeres del modelo de sexualidad reproductiva como único modelo, comportando la definición de cuerpo femenino no masculino, un cuerpo violable
idealmente accesible para los hombres[7]
El
entramado simbólico construido por el patriarcado hace que la relación con el
cuerpo o con el sexo sea diferente para hombres y mujeres. Los tabúes sexuales
difieren tanto en el imaginario individual como en el colectivo. Un mismo
comportamiento sexual tendrá para mujeres y hombres, consecuencias sociales
diferentes. Las connotaciones sociales que residen en la percepción del cuerpo
de las mujeres, las va a encasillar en
fáciles o
difíciles, putas o santas.
Es
un ataque desde una perspectiva sexual –en tanto que un hombre la ha acosado
sexualmente- y otra social por razón de sexo – debido a las
consecuencias sociales del suceso-. Este mismo ataque, hubiera tenido una
respuesta social distinta si la víctima hubiera sido un niño.
Teniendo
en cuenta estos hechos, se observa como la niña denuncia públicamente su
situación. Pero si se presta atención, se puede ver como ella se avergüenza,
siente culpa -no muestra su cara, ni siquiera habla, únicamente muestra cartulinas
con palabras escritas-. Ella se siente culpable de la agresión que ha sufrido,
otra muestra más de cómo el agresor/acosador subyuga a la víctima.
“A través de pequeñas cartulinas, sin decir una sola palabra…” “…describe su infierno con frases cortas, a veces inacabadas. En una cartulina tras otra, sin que acabe de verse su rostro…”
“A través de pequeñas cartulinas, sin decir una sola palabra…” “…describe su infierno con frases cortas, a veces inacabadas. En una cartulina tras otra, sin que acabe de verse su rostro…”
EL ENTORNO SOCIAL
“me
insultaban y me juzgaban” “perdí a todos mis amigos y el respeto de la gente”
“de nada valió que cambiara de ciudad y de colegio” “en una ocasión, más de 50
personas la estaban esperando a la entrada de su instituto porque se había
extendido el bulo de que quería robarle el novio a una chica…”
¿Qué
tipo de respuesta ofrece la sociedad ante estas situaciones? No sólo no se
cuestiona la actitud del agresor/acosador, sino que se vierten todas las
críticas sobre la víctima. Pierde a sus amigos, la insultan, la golpean y la
difaman.
¿Se
trata de un problema que atañe únicamente a una ciudad? Se puede observar que,
aún cambiando de ciudad la respuesta social es idéntica.
La sociedad a través de sus brazos –organismos
públicos, medios de comunicación, vecindarios- respalda el uso de la violencia de una forma u
otra.
En el caso que se está analizando, se puede observar
como se le da la espalda a la víctima. En primer lugar, el acosador pasa a un
segundo plano, no se menciona lo que ha hecho, ella es la culpable, ella es la
que se muestra desnuda -una mujer “decente” no haría tal cosa, si muestra su
cuerpo desnudo en público es una libertina, una puta y como tal se merece lo
que le ha sucedido-. Si una mujer transgrede el dictamen social de mujer
decente, va a recibir un castigo. “Todas las sociedades tienen formas de
control del mantenimiento de la identidad de género como por ejemplo la caza de
brujas”[8].
Este es uno de los elementos configuradores de la
violencia simbólica ejercida sobre las mujeres. En el imaginario social están
enraizados los comportamientos y características definitorios de uno y otro sexo. Y, en esta noticia se puede
extraer el siguiente mensaje: “no te muestres porque no eres
dueña de tu cuerpo porque si lo haces tendrás que atenerte a las consecuencias.
Si te acosan es porque tú te lo has buscado y además serás juzgada por no
seguir las reglas de lo que es ser una mujer decente”.
TRATAMIENTO DE LA
NOTICIA
“Contactó con un
extraño que publicó sus imágenes desnuda en internet”
En
primer lugar, se produce la culpabilización de la víctima “contactó con un
extraño”, ¿fue ella la que contactó? ¿No sería al revés? y si lo hizo ¿le da
derecho a él a acosarla? Lo que se hace es responsabilizarla a través del lenguaje,
ella es la culpable, ella es la que contactó.
En
una lectura rápida la impresión que se extrae si no se está atenta, es que se
trata aparentemente de acoso cibernético[9].
Al
tratar la noticia como ciber-acoso, se
contribuye a invisibilizar la violencia machista contra las mujeres. No se
trata de acoso cibernético, no se da entre iguales, se trata de acoso a una
niña por ser mujer.
RESPUESTA DE LOS
PODERES PÚBLICOS
“Ha generado un debate
nacional sobre el uso apropiado de internet y ha abierto un debate en el
Parlamento para luchar contra el acoso escolar y cibernético” “…el diputado
socialdemócrata Dany Morin presentó una moción en el Parlamento canadiense para
“prevenir y ayudar a aquellos que son víctimas de acosadores tanto en el
colegio como en Internet”
Nuevamente, el problema se oculta. Internet es sólo una herramienta. No es su
uso apropiado lo que hay que debatir. Un adulto ha usado internet para ejercer
violencia sobre una niña por su condición femenina. La sociedad ha respondido
con agresividad hacia la víctima por su condición femenina. Lo que se debería
cuestionar no es el ciberacoso, sino el problema que subyace, la superioridad
de los hombres sobre las mujeres y los valores patriarcales que atribuyen a
hombres y mujeres características y funciones distintas que ocasionan
desigualdades en todos los ámbitos.
3.
ANUNCIO PONTE TÚ MISMA
EL PELO A LA MODA
(20 minutos, 7 de septiembre de 2012)
En
este análisis, trataré exponer el tipo de mensaje que se transmite a través de este anuncio de “belleza” y cómo el patriarcado se
sirve de ello para ejercer control sobre el cuerpo y la vida de las mujeres.
En
este anuncio se han utlizado imágenes de mujeres famosas del mundo del cine y de la
moda, como referencia de belleza a imitar por las demás mujeres. El mensaje que se transmite no es
“estudia arte dramático y desarrolla una carrera profesional”, el mensaje es “sólo serás guapa si eres como
ellas”.
Es
interesante que el anuncio exponga imágenes de cinco mujeres diferentes. Parece
que todo tipo de mujer puede llevar un peinado a la moda. Aparentemente podría
interpretarse que se quiere respetar la individualidad de cada mujer en la
definición de su estilo de peinado –puedes ser tu misma y seguir estando a la
moda. Resulta irónico porque mientras se trata de resaltar la individualidad de cada mujer, lo que en realidad implica
es la construcción de una imagen homogénea de las mujeres, es decir, se elimina
la individualidad de las mujeres al encajarlas a todas en una idea de belleza
concreta.
En
una de las frases del anuncio se expresa “Coletas y trenzas se impondrán en nuestras
cabezas”, al utilizar en la redacción del artículo la primera persona
“nuestras cabezas”, se crea una idea de comunidad femenina en la que están
incluidas todas las mujeres. Y la idea trasmitida es la de que todas las
mujeres comparten este tipo de deseos e
inquietudes, por tanto todas las mujeres son iguales.
Por
otro lado, se obvia la profesión de las mujeres utilizadas en las imágenes –cuáles
son sus trabajos, cuánto tiempo llevan desarrollando sus carreras
profesionales-, reduciéndolas a meros maniquíes de exposición que muestran sus
peinados. Con esto se está lanzando idea
de, en primer lugar a estas mujeres sus
carreras no les importan, lo importante de verdad es su imagen y en segundo lugar, si las mujeres quieren ser consideradas
socialmente tienen que mantenerse siempre a la moda.
Es
interesante observar, como las imágenes muestran a mujeres sonrientes con lo
que también se transmite una idea de felicidad vinculada a la belleza “sólo podrás
ser feliz si eres guapa”.
Retomando
la frase mencionada anteriormente “si tienes el pelo corto, no te preocupes” se
puede observar otro tipo de mensaje que se encierra en ella. Se está
transmitiendo la idea de la preocupación excesiva que todas las mujeres
tienen sobre la belleza, la idea de
necesidad imperante de ser y estar bellas bajo cualquier circunstancia.
La
construcción del género definida por el patriarcado asigna a las mujeres una
serie de roles y comportamientos aglomerados en el concepto de feminidad. Esta
feminidad significada en las expectativas de otros hacia las mujeres –novios, maridos, amistades,
vecindario-, incorpora todo tipo comportamientos y actitudes que se consideran
inherentes a la idiosincrasia propia de todas las mujeres –simpatía, sumisión,
discreción o atractivo “La supuesta feminidad solo es a menudo una
forma de complacencia respecto a las
expectativas masculinas –reales o supuestas-, especialmente en el incremento
del ego”[10].
El
concepto de feminidad con todas sus
implicaciones, no es sino un instrumento
de la ideología patriarcal, cuyo fin no es otro, que el control sobre las mujeres.
El
cuerpo femenino puede controlarse desde distintas perspectivas. Se puede ejercer
ese control por ejemplo, desde una perspectiva moral. Matiza Pierre Bourdieau
que el cuerpo de la mujer, siempre es un
cuerpo para otro, qué siempre está expuesta a la opinión y mirada de los otros.[11] La sociedad patriarcal se sirve del control sobre el
cuerpo y la apariencia de las mujeres para controlar a su vez las vidas de
estas.
“la moral femenina se impone sobre todo a través de una disciplina constante que concierne a todas las partes del cuerpo y es recordada y ejercida continuamente mediante la presión sobre las ropas o la cabellera”[12].
“la moral femenina se impone sobre todo a través de una disciplina constante que concierne a todas las partes del cuerpo y es recordada y ejercida continuamente mediante la presión sobre las ropas o la cabellera”[12].
Es
muy común escuchar comentarios referidos al aspecto de las
mujeres – vaya pelos que lleva, menuda
pinta de zorra con esa falda o va maquillada como una puta -.
Este tipo de comentarios también se escuchan en entornos familiares. Cuantas veces se les dice a las niñas – no
salgas con esa falda que es muy corta, depílate que menudos pelos tienes, no
salgas con tanto maquillaje o tienes que empezar a cuidarte que parece que has
cogido peso-.
No
se puede dejar de observar, la contradicción que existe entre, el
control del cuerpo y el aspecto femenino desde el punto de vista moral y la imagen hiper-sexualizada de
las mujeres que se transmite en anuncios en prensa y televisión, de la
literatura o el cine.
Estos hechos llevan a dilucidar la dicotomía que se establece en referencia a las
categorías, mujer=puta versus mujer=santa. En el imaginario social han
arraigado la configuración de estas dos categorías de mujeres por lo que estas siempre son una cosa o la otra. Esta idea no puede estar más lejos de
la realidad, pero cuando una mujer
cualquiera transgrede una norma social –por ejemplo siendo promíscua-,
automáticamente los mecanismos de control social-patriarcal se ponen en marcha
para encasillarla en la categoría –puta-. Es el patriarcado el que define estas
categorías y se sirve de ambas para dominar a las mujeres.” El cuerpo femenino ofrecido y negado simultáneamente manifiesta la disponibilidad
simbólica que, como tantos estudios feministas ha demostrado, conviene a la
mujer, pues es una combinación de poder de atracción, y de seducción conocida y
reconocida por todos, hombres y mujeres, y adecuada para honrar a los hombres,
de los que depende o a los que está vinculada, y de un poder de rechazo
selectivo que añade al efecto de –consumo ostentoso- el premio de la
exclusividad”[13]
Es
importante destacar que anuncios publicitarios como el que se está analizando
contienen el mensaje implícito –como se
ha mencionado con anterioridad- de
gustar a otros. Estos otros son los varones. Una mujer bella es un trofeo que
mostrar –un objeto simbólico-. En un
entramado esperpéntico el cuerpo de las mujeres es controlado a través de cánones
de belleza y aspecto convirtiéndolas en objetos simbólicos, disponibles y
accesibles para los varones mientras, es vertido sobre ellas un glosario de exigencias morales
que si llegan a transgredir, supondrán
su juicio público.
Otro
aspecto importante a tratar es la concepción que las mujeres pueden llegar a tener sobre sus
propios cuerpos y cómo condiciona su experiencia del mundo. “La dominación masculina, que
convierte a las mujeres en objetos simbólicos, cuyo ser es un ser percibido,
tiene el efecto de colocarlas en un estado de permanente inseguridad
corporal o, mejor dicho, de dependencia simbólica”[14]
Con anuncios publicitarios como este, se influye sobre como las mujeres se perciben a sí mismas.
Se identifican como objetos, buscando el reconocimiento a través del aspecto.
Simón de Beauvoir escribía que la mujer había encontrado en el espejo un
poderoso aliado, “el hombre que se siente y se
quiere actividad, subjetividad, no se reconoce en una imagen congelada; para él
no tiene ningún atractivo, ya que el cuerpo del hombre no se le aparece como
objeto de deseo; sin embargo, la mujer, que se sabe, se hace objeto, cree
realmente que se ve en el espejo: pasivo y dado, el reflejo es como ella misma
una cosa”[15].
Esta
imagen que se transmite sobre las mujeres desde los medios de comunicación –y
que ellas tienen sobre sí mismas-, perpetúa su subordinación a los hombres y, las mujeres
mismas son presas de esta trampa. “las mujeres viviríamos pues engañadas, educadas
para creer que nuestra subordinación en todos los aspectos de la vida social es
una prueba de amor y no de explotación”[16]
3. ANUNCIO “ TIMEWISE REPAIR”
3. ANUNCIO “ TIMEWISE REPAIR”
(El Mundo, 12 de noviembre de 2012)
En este análisis trataré de extraer
elementos de violencia simbólica referidos a la edad de las mujeres.
Intentaré establecer una relación entre la categorización de las mujeres como
objetos sexuales y objetos reproductivos a través de los mandatos de género.
En primer lugar, enunciaré los
mensajes que transmite el anuncio en primer lugar, a través de las imágenes y en segundo a
través de los eslóganes.
El anuncio va dirigido expresamente
a las mujeres publicitando una crema rejuvenecedora. La principal imagen –y la
que más destaca- es la mitad de la cara de una mujer carente de expresión, sin arrugas, sin vida.
Por un lado, esta imagen está
transmitiendo la idea de pérdida de la feminidad, a cierta edad sólo se puede
ser media mujer. Este mensaje está íntimamente relacionado con la menopausia y
por tanto la pérdida de la capacidad reproductora.
“La <<edad peligrosa>> se
caracteriza, por determinados trastornos orgánicos pero lo que les da su
importancia es el valor simbólico que tienen”[17]
Por otra parte al mostrar la imagen a una mujer sin arrugas, no solo se está enviando un mensaje a las
mujeres maduras, sino también a las jóvenes. Se trata de un aviso: - usa este
tipo de cremas porque si te salen arrugas perderás todos tus “privilegios”.
“Mucho antes de la mutilación definitiva la mujer está obsesionada con el
horror del envejecimiento”[18]
Los mandatos de género asignan a
hombres y mujeres características supuestamente basadas en diferencias
biológicas. Pierre Bourdieu explica como a través de la “naturalización” de
las diferencias se van incorporando a las estructuras psíquicas y colectivas
asignaciones sociales a un género y al otro. “La diferencia biológica entre los
sexos, es decir entre los cuerpos masculino y femenino, y, muy especialmente,
la diferencia anatómica entre los órganos sexuales, puede aparecer de ese modo
como la justificación natural de la diferencia socialmente establecida entre
los sexos"[19].
La diferencia biológica imperante entre mujeres y hombres es la capacidad de reproducción de las
mujeres. Adherido al significado de feminidad se encuentra la maternidad –signo
de feminidad por excelencia. Al envejecer, la mujer pierde la capacidad de
reproducirse y por tanto, pierde valor social, y este es un elemento del valor
simbólico al que se refiere Simone de Beauvoir cuando habla de la menopausia[20].
Este anuncio envía otro mensaje a las mujeres –tratar de ocultar vuestra edad porque si parecéis viejas la sociedad sabrá que ya no podéis ser madres y
por tanto, perderéis valor para la sociedad. No es más que otra muestra de la dominación que el patriarcado ejerce sobre las mujeres a través de la
reproducción. La mujer es sobre todo madre, y cuando ya no tiene posibilidad de
serlo, no gusta, no sirve y deja de ser considerada mujer, es tratada como un
bien/objeto que se devalúa.
Ha
finalizado el periodo de explotación reproductiva, por tanto una mujer arrugada
y vieja deja de tener valor para el patriarcado. Esta idea forma parte de la
jerarquización social basada en los géneros, que pasa por la idea de que un
hombre maduro tiene más valor que una mujer madura. Simbolismo que conlleva a
una perpetuación del poder masculino sobre el femenino.
Esta
categorización corrobora también la heterosexualidad como norma social,
proporcionando una privatización del cuerpo femenino[21].
Otro
elemento constitutivo del valor simbólico que pierden las mujeres con la edad y
que forma parte de lo que la sociedad considera que es una mujer, es el
atractivo físico. “todavía joven, pierde el atractivo erótico y la
feminidad que se le procuraban, a los ojos de la sociedad y a los suyos propios”[22].
Otro
de los mensajes transmitidos es de carácter sexual, la sempiterna
disponibilidad de las mujeres, son objetos bellos para admirar por los hombres. Lo define Bourdieu como una relación social de dominación.
Las diferencias biológicas han sido
utilizadas por el patriarcado en beneficio para los varones, puesto que las
consecuencias del envejecimiento no tienen el mismo precio para unas que para
otros.
“La mujer suele
alcanzar su pleno desarrollo erótico hacia los 35 años, una vez superadas sus
inhibiciones: entonces es cuando sus deseos son más violentos y desea con más
fuerza saciarlos; ha puesto mucho más que el hombre en los valores sexuales que
posee: para retener a su marido, asegurarse su protección, en la mayor parte de
los oficios que ejerce, necesita gustar; sólo se le permite tener poder en el
mundo a través del hombre”[23]
A través de los eslóganes que se
utilizan en el anuncio para reclamar la atención de las mujeres se busca
inspirar el temor de las mujeres ante pérdida del valor simbólico que tienen en
la sociedad.
·
Vuelve atrás en el tiempo y olvídate de
los años.
·
Presentamos el cuidado de la piel que
prueba que nunca es demasiado tarde para rescatar a la piel del pasado y
recuperar una visión de juventud.
·
Reduce la apariencia de líneas de
expresión profundas y arrugas.
·
Recupera el tono del óvalo facial
·
Recupera un volumen juvenil.
·
Belleza a tu manera.
A
través estas frases se presiona a las mujeres para conseguir algo que es
inevitable para el ser humano, el paso del tiempo y el envejecimiento “Incesantemente
bajo la mirada de los demás, las mujeres están condenadas a experimentar
constantemente la distancia entre el cuerpo real, al que están encadenadas, y
el cuerpo ideal al que intentan incesantemente acercarse”[24].
La
frase reduce la apariencia de líneas de expresión profundas y arrugas, tiene
implícito otro mensaje, - elimina cualquier rastro de tu personalidad,
cualquier reflejo de que eres un ser humano-. Se está presentando a una mujer
deshumanizada e irreal. Un mero objeto inanimado.
De
la misma manera que en el anuncio anteriormente analizado, llamo
la atención sobre la frase – belleza a tu manera- se vuelve a observar la
ironía del planteamiento. Se intenta lazar un mensaje subjetividad dirigido a
las mujeres al mismo tiempo que se transmite la idea de que todas las mujeres
tienen que tratar de evitar a toda costa, el paso del tiempo por sus rostros.
De nuevo se constituye una imagen homogénea de las mujeres.
También es interesante
resaltar la importancia del mapa de fórmulas químicas que se observa en la
imagen. Al acompañar el anuncio de esta imagen, se transmite la idea de que la
necesidad que tienen las mujeres de mantenerse jóvenes, viene avalada
científicamente y, por tanto la sociedad le otorga mayor credibilidad.
4. GUILLERMO DE INGLATERRA QUIERE DOS HIJOS
(20 Minutos, 14 de septiembre de 2012)
En
este análisis trataré de extraer elementos de violencia simbólica referidos al control por parte del patriarcado, del cuerpo de las mujeres a través de la
maternidad.
El
análisis se va a realizar sobre una breve noticia que comparte espacio con otras
de distinta índole. Sin embargo, aunque breve, contiene varios elementos
definitorios de la violencia simbólica ejercida contra las mujeres.
Se trata de una notica
que incorpora una fotografía en la que aparecen el príncipe Guillermo de
Inglaterra y su esposa la princesa Catalina.
El
texto de la noticia expresa lo siguiente:
“Durante su estancia ayer en Singapur, el príncipe reconoció que quiere tener dos hijos, lo que acrecienta los rumores de que su mujer, Catalina, podría estar embarazada”
“Durante su estancia ayer en Singapur, el príncipe reconoció que quiere tener dos hijos, lo que acrecienta los rumores de que su mujer, Catalina, podría estar embarazada”
En
primer lugar, lo que la noticia transmite es el deseo de él y por tanto, por
que él lo desea, ella podría estar embarazada. El mensaje que se extrae es que
él es la autoridad y como él lo desea se cumple. Por un lado se da a entender que
él domina a su pareja y por otro, que ella obedece a su marido.
“Si
la relación sexual aparece como una relación social de dominación es porque se
constituye a través del principio de división fundamental entre lo masculino,
activo, y lo femenino, pasivo, y este principio crea, organiza, expresa y
dirige el deseo, el deseo masculino como deseo de posesión, como dominación
erótica, y el deseo femenino como deseo de dominación masculina, como
subordinación erotizada, o incluso como reconocimiento erotizado de la
dominación”[25]. En la noticia
no se incluye ninguna referencia al deseo de ella. Si ella desea ser madre o
no. La opinión de ella no es importante. Él ha decidido que desea tener dos
hijos y ella lo ha complacido. Nuevamente se está posicionando a las mujeres
como un sujeto pasivo.
Por
otra parte, no se puede obviar la notoriedad de los personajes. Se trata de
pareja perteneciente a la realeza. Lo que comporta por un lado, la propagación
del mensaje subliminal y por otro la instauración de modelos de relación como
referente social.
Uno
de los temas clave tratados por la Teoría feminista, es la maternidad como
único destino para todas las mujeres.
Desde
el feminismo de la igualdad hasta el feminismo marxista, se ha cuestionado el
papel de madres otorgado por la ideología u orden simbólico patriarcal a las
mujeres. Bien para su explotación o para su subordinación, el cuerpo de las
mujeres ha sido controlado a través de la maternidad.
Al
establecerse la dicotomía naturaleza/cultura, mujer/hombre, se vincula la
maternidad al orden natural de las cosas y, en tanto que natural, la mujer está
obligada a ser madre por “naturaleza”.
“La
maternidad es una práctica social de relación humana incardinada en la
experiencia corporal pero también es una categoría ideológica que atribuye
asignaciones imaginarias a determinadas funciones sociales y culturales”[26]
Sin
embargo parece que el patriarcado establece mecanismos para arrebatar a las
mujeres la autoridad que “la naturaleza” les confiere en lo que se refiere a su
ejercicio de la maternidad.
“A
esta abrumadora defensa del núcleo familiar se sumó la consagración de la
mujer, de la madre, con su mantenedora. Se la alabó y se le dieron toda clase
de inciensos para su capacidad de organización…, sin embargo en ningún momento
se le dio la autoridad legal. Es posible que el hogar fuera su reino, pero
aunque allí reinara el verdadero monarca era el marido, el padre de los hijos”[27]
Podría
pensarse, que al instaurarse como mandato de género la “maternidad obligatoria
para todas las mujeres” y al relegarlas al mundo de lo privado este “destino de
madres”, las mujeres ostentarían el derecho a ejercerla bajo su propia
autoridad. Sin embargo incluso en este espacio que les pertenece, son
desautorizadas por los mecanismos patriarcales.
“
A las mujeres, al estar situadas en el campo de lo interno, de lo húmedo,
de abajo, de la curva y de lo continuo, se les adjudican todos los trabajos
domésticos, es decir, privados y ocultos, prácticamente invisibles o
vergonzosos, como el cuidado de los niños y de los animales, así como todas las
tareas exteriores que les son asignadas por la razón mítica, o sea, las
relacionadas con el agua, con la hierba, con lo verde (como la escardadura y la
jardinería), con la leche, con la madera, y muy especialmente con los más
sucios, los más monótonos y los más humildes”[28]
. La mujeres serían las encargadas del “trabajo sucio” que implica la
maternidad es decir, tendría asignadas las tareas de cuidado y limpieza de la
prole. Sin embargo, no podemos olvidar el significado simbólico que para los
varones tiene el hecho de engendrar hijas/os. Una de las frases que se utilizan
en la noticias es -Guillermo de Inglaterra desea dos hijos-, los hijos
(varones) representan la herencia de la casta masculina, ellos continuarán con
su linaje. Entonces se podría decir que las mujeres se ocupan
de la educación de la descendencia sólo hasta cierto límite. El padre es, en
último término quien decide e impone su criterio respecto a las normas de la
educación y cuidado.
“La
preeminencia universalmente reconocida a los hombres se afirma en la
objetividad de las estructuras sociales y de las actividades productivas y
reproductivas, y se basa en una división del trabajo de producción y
reproducción biológico y social que confiere al hombre la mejor parte, así como
en los esquemas inmanentes a todos los hábitos”[29]
En
el anuncio, al desvincular a la madre de la decisión sobre su maternidad, la
está posicionando nuevamente como objeto observante si capacidad de obrar, ni
siquiera respecto a su maternidad.
Simón
de Beauvoir, exponía en el Segundo Sexo que, incluso en el momento en que
paren, las mujeres desconocen o no son conscientes de su participación en el
alumbramiento. No debemos pasar por alto la violencia obstétrica contra las
mujeres, posicionándolas de nuevo como objeto observante y obediente. Las
mujeres no so un sujeto que decide sobre su cuerpo, a ellas se les anula la
capacidad de ejercer su derecho como madre. “¿Cuál ha sido la
participación real de la madre en este acontecimiento extraordinario que arroja
sobre la tierra una nueva existencia? Ella lo ignora. No existiría sin ella y,
sin embargo, se le escapa”[30]
Retomando
el hilo del control del cuerpo femenino por parte del patriarcado del cuerpo de
las mujeres, no se puede pasar por alto el tema del aborto libre. Se ha
observado cómo uno de los mensajes implícitos en el anuncio es, la
desvinculación total de la mujer sobre su derecho a ejercer la maternidad. Es
el marido el que decide, sin embargo, según determinadas legislaciones seran las mujeres quienes asuman las consecuencias de un aborto voluntario.
De
la misma manera que es el marido el que decide sobre la maternidad de su
esposa, es el Estado el que decide sobre la maternidad de las mujeres, a través
de la legislación sobre el derecho al aborto. “El control de la natalidad
y el aborto permitirán a la mujer asumir libremente sus maternidades”[31]
Pero, permitir a las mujeres decidir sobre su maternidad, implicaría
dejarlas ejercer con libertad sobre sus cuerpos, sus deseos y sus vidas. Sería
considerarlas sujetos.
5. PAPÁ POR FAVOR, RETIRA EL ANUNCIO PARA
BUSCARME MARIDO.
(El País, 9 de octubre
de de 2012)
En
este análisis trataré de extraer elementos de violencia simbólica en referencia
al control de las mujeres por parte del patriarcado a través del matrimonio, al
constituirla cómo un objeto de intercambio de valor simbólico.
Esta
noticia relata cómo un padre adinerado anuncia en la prensa la búsqueda de un marido para su hija. Ofrece la cantidad de 50 millones de euros para
aquél que lograra convencerla de las
ventajas del matrimonio con un hombre. La hija vive en otro país y tiene una
relación de pareja con una mujer.
Los
mandatos de género incorporan también, otro destino para la mujer que el de la
maternidad, el matrimonio –además de degradar la figura de la mujer que es madre
soltera-.
La mujer soltera está
mal considerada por la sociedad, recordemos la figura de la “solterona” se suele percibir
como una mujer triste, oscura y amargada, en contraposición con la construcción
en el imaginario social, de la figura
del soltero normalmente un hombre bien parecido, galán que no se ha dejado
atrapar por una mujer y, disfruta plenamente de su sexualidad y de su soltería.
Una mujer se respeta más socialmente si está
casada. La mujer “es” a través del hombre, es hija de un hombre, hermana de un
hombre, esposa de un hombre o madre de un hombre. La mujer no “es” por sí mima.
La mujer "es" lo que el patriarcado ha construido para que sea.
“Socialmente,
el hombre es un individuo autónomo y completo; se considera ante todo un
productor y su existencia se justifica por el trabajo que aporta a la
colectividad”[32]
Parece entonces, que una mujer tiene como única opción para alcanzar cierto estatus
simbólico-moral en la sociedad, el matrimonio. El hombre otorga valor
a la mujer “hagan lo que hagan los hombres aunque sea vestir muñecas siempre
estará dotado de más valor”[33]
Si la mujer
no se casa y no se convierte en madre, es condenada al ostracismo social y relegada a la categoría de “solterona”. Me
gustaría señalar en este punto que si una mujer soltera es dueña de su
sexualidad y hace uso de ella, la sociedad la relegará entonces desde la
categoría de “solterona” a la categoría de “puta”.
“Sin embargo, el hombre no dirige una llamada
a la mujer misma, sino a la sociedad de los hombres que permite a cada uno de
sus miembros realizarse como esposo y padre; integrada como esclava o vasalla
en los grupos familiares dominados por padres y hermanos, la mujer siempre ha
sido entregada en matrimonio a determinados varones por otros varones”[34]
Cómo se ha observado en los anuncios anteriores, se vuele a poner
de relevancia, por un lado la autenticidad de la
mujer ¿Qué es una mujer? ¿Cómo se comporta o debe comportarse una mujer para
ser considerada tal? ¿Qué es lo que no forma parte de una mujer?.
Otro
elemento a destacar en la noticia, es el hecho de que la mujer es lesbiana y
tiene una relación con otra mujer. El padre en el anuncio destaca “aquel que
logre convencerla de las ventajas de un matrimonio con un hombre. Es esta noticia, un estupendo ejemplo de cómo el
poder patriarcal que ostenta el padre es ejercido, al ser incapaz de tolerar que su hija se case con
otra mujer.
Se observa como se refleja la importancia de las ideas
patriarcales. El hombre actúa como propietario
un objeto, de su hija, considerándose
legitimado para buscarle marido a través de los periódicos. Se refleja como el
patriarcado considera a la mujer como un elemento de salvaguarda de su “honor”.
El padre no puede permitir que el nombre de su familia y su legado queden manchados
por el comportamiento inadecuado y reprochable de la hija.
La hija es tratada como un ser inferior al que se le regaña por su
mal comportamiento. Es despojada de su capacidad de obrar y decidir como
sujeta adulta. Las decisiones sobre su vida, las toma “el otro” “el padre”
aquél amparado por los códigos morales, legitimados por la sociedad patriarcal.
De la misma manera que la mujer soltera
(solterona) está mal considerada por la sociedad, la mujer lesbiana no disfruta
de una mejor consideración. Normalmente la imagen que se transmite de la mujer
lesbiana, es una mujer con aspecto, ropas y hábitos masculinos. Me gustaría
mencionar también que al representar el
imaginario social a la mujer lesbiana de esa manera, está lanzando el mensaje
subyacente de esterilidad.
“La mujer
es un existente al que se pide que se convierta en objeto; como sujeto tiene
una sensualidad agresiva que no sacia el cuerpo masculino; de ahí nacen los
conflictos que el erotismo debe superar. Se considera como normal el sistema
que tras liberarla como presa a un varón, le devuelve su soberanía poniendo un
hijo en sus brazos; sin embargo, este mismo naturalismo está gobernado por un
interés social mejor o peor entendido. La homosexualidad de la mujer es un
intento entre otros de conciliar su autonomía y la pasividad de su carne”[35]
Se puede
observar también, como el modelo social imperante de heterosexualidad normativa
se deja entrever. La hija –que vive en Francia- no puede casarse con su pareja
porque el matrimonio homosexual no está legalizado. Se nos revela nuevamente
que el único modelo social aceptable es el modelo de matrimonio heterosexual.
El poder ejercido por el
imaginario social-heterosexista, el que
establece los requisitos de norma-lidad
a cerca de las características que conforman el significado de “mujer-femenina”
y las características conforman el significado de "hombre-masculino". Mediante el
establecimiento de estos requisitos-cualidades indispensables impone la
pertenencia a u otro sexo-género de
forma excluyente.
Otro
comentario a destacar de la noticia es la exaltación de la masculinidad y el
poder del padre. En una de las frases se
expone “El millonario, que en una ocasión aseguró en una entrevista que había
tenido relaciones íntimas con 10.000 mujeres”. Se exalta su poder
económico y su poder viril. Seguramente si fuera una mujer millonaria la que
hiciera ese tipo de declaraciones, el mensaje que transmitiría es el de ser una
“puta”.
Quisiera
también, hacer referencia a la concepción de objeto que la noticia otorga a la
hija y cómo el padre, la utiliza como moneda de cambio. Si la hija no se casa
con un hombre, su herencia económica y lo que denomina Pierre Bourdieu “capital
simbólico”, no podrán transmitirse, ya que ella no es considerada como sujeto.
“En el terreno de los intercambios simbólicos,
de las relaciones de producción y reproducción del capital simbólico, cuyo
dispositivo central es el mercado matrimonial y que constituyen el fundamento
de todo orden social. Las mujeres sólo pueden aparecer en él, como objeto o,
mejor dicho, como símbolos cuyo contenido se constituye al margen de ellas y
cuya función es contribuir a la perpetuación o al aumento del capital simbólico
poseído por los hombres”[36]
Por último,
y en relación a la referencia hecha anteriormente sobre la concepción de la
sociedad sobre la mujer lesbiana y su maternidad, quisiera poner de relieve el
hecho de el padre considera, que su legado tampoco se transmitirá si no tiene
nietos.
“El peso
determinante de la economía de los bienes simbólicos, se impone a todo el
universo social, es decir, no solo a la economía de la producción económica
sino también a la economía de la
producción biológica”[37]
5.
BIBLIOGRAFÍA
BEAUVOIR, SIMONE
DE
(2011): “El segundo sexo”. Madrid.
Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.)
- BOURDIEU,
Pierre: “La dominación masculina” Editorial Anagrama.
Barcelona, 2000.
HEVIA
PAYÁ, María Rosa de: Muñecas de trapo (abuso y explotación
sexual infantil) Artes gráficas Lorente (Instituto de la Mujer) Madrid, 2010
LORENTE
ACOSTA, Miguel: Mi Marido me pega lo normal (agresión
a la mujer: realidades y mitos) Ares y Mares (Editorial crítica S.L., Provença,
Barcelona) 2001
RIVERA
GARRETAS, M. Victoria: Nombrar el mundo en femenino. ICARIA
EDITORIAL, BARCELONA 2003
Debates sobre la
maternidad desde una perspectiva histórica –Siglos XVI-XXI-(2010). Gloria
A. Franco rubio (ed.). Barcelona. (Icaria Editorial)
Recursos web:
http://es.wikipedia.org/wiki/Ciberacoso
[1]
Recordando la clase de Carmen Pujol, donde nos explicó cómo actúan los juzgados de violencia de
género y los jueces del orden penal. Cómo el hecho de que una mujer pertenezca
a una clase social o tenga cierto nivel de estudios son suficientes argumentos
para no ser considerada susceptible de violencia de machista.
[2]
LEY ORGÁNICA 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la
Violencia de Género.
[3] El
pasado mes de noviembre en un pueblo de Ciudad Real un hombre adulto mató a una
menor con la que había tenido una relación sentimental. Un medio de prensa
escrita lanzaba el siguiente titular “Una chica rara, vuelve loco a un hombre
normal”
[4] BOURDIEU, Pierre (2000): “La
dominación masculina”. Barcelona. (Editorial
Anagrama).
[5] LORENTE ACOSTA, Miguel (2001): “Mi
Marido me pega lo normal (agresión a la mujer: realidades y mitos)”.Barcelona.
Ares y Mares (Editorial crítica S.L.)
[7] RIVERA GARRETAS, M. Victoria (2003): Nombrar el mundo en femenino.
Barcelona. (ICARIA Editorial S.L).
[8]
RIVERA GARRETAS, M. Victoria (2003):
“Nombrar el mundo en femenino”. Barcelona
(ICARIA EDITORIAL).
[9] Ciberacoso (también
llamado cyberbullying por su traducción al inglés) es el uso
de información electrónica y medios de comunicación tales como correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería instantánea, mensajes
de texto, teléfonos móviles, y websites difamatorios
para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios.
Puede constituir un delito penal. El ciberacoso es voluntarioso e implica un daño
recurrente y repetitivo infligido a través del medio del texto electrónico.
Según R.B. Standler1 el acoso pretende causar angustia emocional, preocupación, y no
tiene propósito legítimo para la elección de comunicaciones. El ciberacoso puede ser tan simple como continuar
mandando e-mails a alguien que ha dicho que no quiere permanecer en contacto
con el remitente. El ciberacoso puede también incluir amenazas,
connotaciones sexuales, etiquetas peyorativas (p.ej., discurso del odio).
El término ciberacoso fue
usado por primera vez por el educador canadiense Bill Belsey.2 Otros términos para ciberacoso son "acoso electrónico,"
"e-acoso," "acoso sms", "network mobbing",
"acoso móvil" "acoso en línea", "acoso digital",
"acoso por internet", "acoso en internet" o "internet
acoso".
El acoso
escolar (también conocido
como hostigamiento escolar, matonaje escolar, matoneo escolar o por su término inglésbullying)
es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o
físico producido entre escolares de forma reiterada a lo
largo de un tiempo determinado. Estadísticamente, el tipo de violencia
dominante es el emocional y se da mayoritariamente en el aula y
patio de los centros escolares. Los protagonistas de los casos de acoso escolar
suelen ser niños y niñas en proceso de entrada en la adolescencia(12-14
años), siendo ligeramente mayor el porcentaje de niñas en el perfil de
víctimas.
[10] BOURDIEU, Pierre: (2000): “La
dominación masculina”. Barcelona. (Editorial Anagrama)
[11] Ibíd.
[12] BOURDIEU, Pierre: (2000): “La
dominación masculina”. Barcelona. (Editorial Anagrama)
[13] Ibíd.
[14] BOURDIEU, Pierre: (2000): “La dominación masculina”. Barcelona.
(Editorial Anagrama).
[15] BEAUVOIR, SIMONE DE (2011): “El segundo sexo”. Madrid. Ediciones Cátedra
(Grupo Anaya, S.A.)
[16] RIVERA GARRETAS, M. Victoria (2003): “Nombrar el mundo en femenino”. Barcelona. (Icaria Editorial)
[17] BEAUVOIR, SIMONE DE (2011): “El
segundo sexo”. Madrid. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.)
[18] Ibíd.
[19] BOURDIEU, Pierre: (2000): “La
dominación masculina”. Barcelona. (Editorial Anagrama).
[20] BEAUVOIR, SIMONE DE (2011): “El
segundo sexo”. Madrid. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.)
[21] RIVERA GARRETAS, M. Victoria (2003): “Nombrar el mundo en femenino”. Barcelona. (Icaria Editorial)
[22] BEAUVOIR, SIMONE DE (2011): “El
segundo sexo”. Madrid. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.)
[23] Ibíd.
[24] BOURDIEU, Pierre: (2000): “La
dominación masculina”. Barcelona. (Editorial Anagrama).
[25] BOURDIEU, Pierre: (2000): “La
dominación masculina”. Barcelona. (Editorial Anagrama).
[26] Debates sobre la maternidad
desde una perspectiva histórica –Siglos XVI-XXI-(2010). Gloria A. Franco rubio
(ed.). Barcelona. (Icaria Editorial)
[27] Debates sobre la maternidad
desde una perspectiva histórica –Siglos XVI-XXI-(2010). Gloria A. Franco rubio
(ed.). Barcelona. (Icaria Editorial)
[28] BOURDIEU, Pierre: (2000): “La
dominación masculina”. Barcelona. (Editorial Anagrama).
[29] BOURDIEU, Pierre: (2000): “La
dominación masculina”. Barcelona. (Editorial Anagrama).
[30] BEAUVOIR, SIMONE DE (2011): “El
segundo sexo”. Madrid. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.)
[31] Ibíd.
[32] BEAUVOIR, SIMONE DE (2011): “El
segundo sexo”. Madrid. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.)
[33] RIVERA GARRETAS, M. Victoria (2003): “Nombrar el mundo en femenino”. Barcelona. (Icaria Editorial)
[34] BEAUVOIR, SIMONE DE (2011): “El
segundo sexo”. Madrid. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.)
[35] BEAUVOIR, SIMONE DE (2011): “El
segundo sexo”. Madrid. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.)
[36] BOURDIEU, Pierre: (2000): “La
dominación masculina”. Barcelona. (Editorial Anagrama).
[37] BOURDIEU, Pierre: (2000): “La
dominación masculina”. Barcelona. (Editorial Anagrama).
[38]
LORENTE ACOSTA, Miguel: Mi
Marido me pega lo normal (agresión a la mujer: realidades y mitos) Ares y Mares
(Editorial crítica S.L., Provença, Barcelona)2001
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