La inquietud se resbala entre tus dedos,
sorprendiendo a la luz de la mañana,
miras la noche con la voz quebrada
y un hilo de ilusión sobre tu pecho.
Intensas miríadas de dolor te matan,
eternos recuerdos de pasión te duelan,
fieros amores sobre ti reposan,
cabalgando hechiceros sobre tu cabeza.
Abraza fuerte las riendas de tu alma,
y no dudes en hacerlo con destreza,
pues es ella quien sobre ti danza,
y alumbra a borbotones las estrellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario